Ana Elena es veterinaria de nuestra clínica veterinaria Getafe Norte y especialista en manejo clínico felino.
Aquí nos cuenta algunos trucos para que tu mascota se tome su medicación:
A todos nos ha pasado alguna vez. Llega el día en que nuestra mascota necesita tomar una pastilla, la pastilla. Empiezan los sudores fríos porque sabes que tu fiel compañero o compañera no va a querer tomarse la medicación. Tú se lo echas en el plato con la comida que tanto le gusta, se come todo, pero te deja la pastilla. Se la envuelves en un premio y tampoco se la come. Ahí se queda, mirándote como si te retara, porque sabe y huele que algo que no le gusta se lo tiene que comer.
Qué sensación más desagradable, ¿verdad? Aquí te dejo unos trucos para que te sea más fácil darle a tu gato o a tu perro su medicación.
En primer lugar, debes tranquilizarte, no deben notar que tú te estresas. Esto lo recomendamos mucho porque la conexión mascota-dueño es muy fuerte, hay un vínculo emocional grande, ellos notan los nervios y la tensión y, aunque no queramos, se la transmitimos.
En segundo lugar, puedes intentar ir abriendo la boca a tu mascota a lo largo del día. Si aún quedan días para la medicación (por ejemplo, cuando tenemos que darles el antiparasitario interno), podemos ir acostumbrándoles los días previos a que, si se les abre la boca y les metemos el dedo hasta la glotis, no pasa nada. Luego puedes recompensarle con algo que le guste: un premio, una croqueta de su pienso, etc. Si frente a esta actuación tu mascota responde de forma agresiva, no te desesperes, deja que se tranquilice y lo vuelves a intentar.
Cuando son cachorros o gatitos pequeños, acostumbrarles a abrir sus bocas de pequeños nos va a ayudar a lo largo plazo en varias cosas: a valorar cómo están sus dientes y si tienen mucha enfermedad periodontal, a ver si se les ha quedado algo atascado o tienen alguna herida dentro de la boca, o a darles la medicación sin que nuestros dedos sufran las consecuencias. Por lo tanto, si tienes un cachorro o gatito en casa, ¡ya tienes tarea! Igual que les enseñamos a sentarse y a tumbarse, se les puede enseñar a abrir la boca cuando lo necesitamos.
El siguiente paso a seguir es coger la pastilla, la dichosa pastilla. Ahora tenemos que aplicar la teoría que nos han dicho en nuestro veterinario: abrir la boca del animal, meter la pastilla en la boca y empujarla hasta el final, cerrarles la boca y esperar a que traguen. Genial, lo llevamos a la práctica, y nuestra mascota nos la devuelve. Una vez que las pastillas entran en contacto con la saliva, se empiezan a disolver y ya es más difícil introducirlas. Por lo tanto, ¿qué puedes hacer?
- Puedes untar la pastilla con un poco de comida húmeda para que sea más fácil que resbale por la lengua y puedas introducirla hasta la glotis.
- En los animales que no tengan patologías metabólicas, puedes incluso untarlas con un poco de mantequilla. Es un truco casero que funciona muy bien porque la grasa no se disuelve tan fácil con la saliva y la pastilla resbala muy fácilmente. Recuerda, no necesita mucha mantequilla, usa poca y siempre consúltalo con tu veterinario para que él valore si tu animal puede tomar su medicación de esta manera o llámanos al 910 882 427
Si nada de esto te sirve, hay más opciones…. ¡Tranquil@!
- Hay pastillas o polvos que se pueden disolver en agua. ¿Lo habías pensado alguna vez? háblalo con tu veterinario para que te confirme que esa medicación sí que puede disolverse antes de dársela a tu peludo. Si es así, puedes coger la dosis que le toque a tu mascota y disolverla en un poco de agua, potito de bebé o de caldo (¡¡¡sin cebolla ni ajos!!!). Esa solución puedes echársela en un poco de comida húmeda removiéndola bien para que se mezcle todo. Si no se la come, puedes usar una jeringa y dárselo en la boca con cuidado. Ya sabemos que hay medicaciones que se tienen que tomar en ayunas, en estos casos disolverlo en agua y dárselo con jeringa es tu única opción. Tu veterinario en la consulta puede explicarte cómo ofrecérselo con jeringa en la boca sin hacerle daño y evitando la neumonía por aspiración.
- Si la medicación que quieres disolver no puede ser disuelta antes de ofrecérsela a tu mascota, no te preocupes. Habla con tu veterinario para que te cambie esa medicación por otra parecida que sí pueda disolverse en agua/caldo/potito.
Si, aun así, nada de lo que te he comentado te sirve, habla con tu veterinario. Puede ser que haya una alternativa en formato inyectable. Esto es solo una orientación, ya sabes que puedes contar con nosotros para dar soluciones a tus problemas.
Llámanos al 910 882 427